Cerrando el trabajo de dieta con el grupo Septiembre 2018, agradeciendo a nuestro querido maestro Don Luis Panduro a las amigas/os de China, Taiwán, Malasia y Chile, y a los espíritus de las plantas que nos acompañaron. Siguiente retiro Mayo 2019.

“Mi experiencia en la selva, en la oportunidad entregada por Ingrid y Rumi de acompañarlos en su retiro, significó un hito sumamente clave para mí, específicamente respecto el compromiso que asumí con mi propia vida desde que conocí a la Ayahuasca. Estar allá inmersa entre tantas otras plantas maestras me permitió concentrarme con mucha mayor profundidad en mi camino, en mis metas, en todo lo que yo soy ahora y hacia adelante.

Mi proceso allá fue difícil los primeros días, dado que no me esperaba recibir con tanta fuerza a la primera planta de dieta, el Chiric Sanango. Esta primera planta amiga logró sacarme penas y miedos muy intensos que no sabía que tenía (a través de llantos, fríos y sueños). Con el Chiric dejé atrás pesos gigantes que traía, después de llorármelo todo al lado del Río. Yo creo que la mitad del río Amazonas son lágrimas mías que ahora son solamente agua, sin la carga que tenían adentro de mi. Rumi e Ingrid me apoyaron todo el tiempo en estos días de arduo trabajo.

Post Chiric, la nueva liviandad y sensación de estar despejada y lista para el futuro se fue trabajando complementariamente con las demás plantas: la Bobinsana y obviamente las ceremonias con Ayahuasca, que trabajó en todas las ceremonias conectada a los mismos asuntos.

Cuando hablamos al final del retiro con todos los asistentes, comenté que todo el retiro fue como una gran Ceremonia de Ayahuasca. Ya de vuelta en mi casa, estoy mucho más segura que así fue. Cada experiencia en la selva fue significativa, con el Chiric como mi primera gran purga de esos 9 días y con la Bobinsana como refuerzo final, tal como cuando cantamos todos juntos al final de una ceremonia.

Después de la selva, volví a mi casa más enamorada de mi, de mi vida y mi pareja; más firme y segura. E incluso, todavía sigo descubriendo cambios positivos en mi después de esta experiencia.

Gracias a Manto Wasi por todo el apoyo y generosidad, por ser siempre tan profesionales.
Y gracias a don Luis por abrirnos las puertas a su paraíso de plantas maestras.”